El banco fuera del banco

Finanzas embebidas

*Esta columna de opinión fue inicialmente publicada en el medio digital Revista Freelance el 4 de enero de 2023.

Hasta mediados de los 2000, debíamos trasladarnos hasta una oficina para adquirir un producto financiero. Durante la última década, con el despegue de la banca digital, se acabaron las visitas a las sucursales y algunos trámites se comenzaron a hacer en los canales digitales del banco. Hoy, una nueva tendencia está tomando fuerza y es la aparición de productos financieros dentro de la experiencia de compra de algún bien o servicio, el banco se está quedando fuera del banco (y de sus canales digitales). Bienvenidos a las finanzas embebidas. 

Imaginémonos por un instante que estamos en algún ecommerce automotriz comprando un automóvil y, al momento de acceder a hacer la compra en el mismo canal digital, aparece una opción de financiamiento a través de un crédito por parte de un tercero (sí, eso hoy es posible, hay  plataformas como Kavak u Olx que garantizan una compra segura de un producto usado, como un auto). 

Esto se llama finanzas embebidas, o embedded finance en inglés, y es cuando una empresa no financiera puede ofrecer uno o más productos financieros dentro journey de compra de sus bienes y servicios. Este tipo de servicio, o más bien integración de un tercero a través de un widget u otro tipo de tecnología en el canal de un proveedor no financiero, está siendo impulsado por el fuerte crecimiento del sector fintech. 

Pero este concepto no es nuevo. Muchos ya hemos sido testigos del origen de las finanzas embebidas, específicamente, en los canales de aerolíneas o compañías de renta de automóviles, en la forma de seguros (por parte de un tercero) al momento de completar la compra en el checkout. También los hemos experimentado en canales offline, como los supermercados, cuando nos ofrecen tarjetas de crédito al momento de pagar en caja. 

Las finanzas embebidas se pueden implementar a través de diferentes canales de distribución y oferta de productos financieros, por ejemplo: 

  • Banca embebida: Empresas no financieras, como puede ser una plataforma de alimentos a domicilio ofreciendo una cuenta bancaria y tarjeta de débito brandeada (como partió Rappi en México y en otros países). 
  • Pagos embebidos: Al momento de comprar en algún ecommerce, vemos las opciones de pagos en un click, las cuales nos permiten usar un servicio seguro como PayPal u otro proveedor de este tipo, sin la necesidad de poner los números de nuestras tarjetas cada vez que pagamos la compra online.
  • Préstamos embebidos: Al momento de pagar, un producto de finanzas embebidas que ha tomado protagonismo es el “buy now, pay later”. Al igual que una tarjeta de crédito, un tercero permite diferir una compra a meses sin la necesidad de que el consumidor sea propietario de una de esas tarjetas.
  • Seguros embebidos: como mencionamos, la venta de seguros por parte de un tercero en canales de servicios como lo son las aerolíneas o rent a car

La gran innovación detrás de este tipo de servicios es la denominada “distribución de última milla”, la cual habilita los productos financieros cuando el consumidor realmente los necesita, optimizando el uso de canales digitales de los proveedores no financieros, incrementando el engagement con sus clientes y la adquisición de nuevos. Es decir, las personas que antes no podían comprarse unas zapatillas nuevas porque no tenían tarjeta de crédito para diferir su pago a meses, lo podrán hacer ahora usando una solución como buy now, pay later embebida en el flujo de compra. 

Si bien el impacto de las finanzas embebidas puede incrementar la inclusión financiera y el acceso a bienes y servicios, es importante resaltar que se necesita acompañar con una constante educación financiera para evitar el consumo innecesario y una deuda poco sana en personas que antes no tenían acceso a ella. 

Esta tendencia de una mayor oferta de productos financieros en canales de terceros comenzará a alejar cada vez más a los usuarios de los canales bancarios, lo que para las instituciones financieras tradicionales debería ser un llamado a priorizar el desarrollo de embedded finances y generar alianzas con otras startups para poder seguir fidelizando y adquiriendo clientes. De cualquier forma, cada vez estamos más cerca de presenciar cómo el banco deja de estar en el banco.

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